CIUDAD DE DIOS
agosto 14, 2017TEMÁTICAS: ECONOMÍA INSTITUCIONAL - DESARROLLO ECONÓMICO - PENSAMIENTO ECONÓMICO.
Ciudad de Dios (originalmente Cidade de Deus) es una cinta brasilera del 2002 que muestra el enorme fracaso de estos llamados y de las políticas públicas que han procurado seguirlos. La historia real de la vida de “Buscapé”, el protagonista principal, se desarrolla en el contexto de un barrio marginal, una favela de Río de Janeiro, que se construyó con el propósito de solventar problemas habitacionales para personas de bajos recursos en una ciudad enorme, pero que, no tuvo en cuenta el acceso a los servicios públicos domiciliarios, ni la presencia del Estado para atender los diferentes servicios sociales. Dicho entorno genera un caldo de cultivo para familias que se irrespetan, normas que se ignoran en el mejor de los casos y se eluden con sorna y sin pudor en el otro extremo, pérdida de los valores, irrespeto a los derechos humanos, violación del derecho a la vida, a la libertad de movilizarse, entre otros.
Leyes posteriores como las Leyes de Asentamiento, buscaban identificar los espacios geográficos más vulnerables y evitar el traslado de pobres de una provincia a otra, para evitarle a esta última nuevos costos. Estas fueron atacadas por Thomas Malthus por impedir la libre movilidad de los trabajadores y en la práctica, recurrentemente fueron eludidas. Por su parte la Ley de Gilbert ofrecía asilo con cargo a las finanzas de las localidades a quienes no encontraban trabajo, realizando la función de subsidio al desempleo.
Estas posiciones abren un debate de alta complejidad y amplio espectro, puesto que, por un lado, dejar a los pobres a su suerte es un ejercicio falto de solidaridad en el que no se reconoce el ejercicio de la ciudadanía y de cobertura de derechos a todos los miembros de la nación, pero por otro, un trabajador receptor de diferentes subsidios no necesita esforzarse por hacer bien su labor, puesto que sabe que el Estado saldrá a apoyarlo. En el punto más extremo de su argumentación, Senior (1836), afirmaba que, así, el trabajador “no necesita afanarse por buscar trabajo (…) ni temer que su ociosidad y embriaguez dañen a su familia, en definitiva tiene la seguridad de que podrá subsistir, del mismo modo que la tiene un esclavo, pero sin el riesgo de sufrir un castigo”.
Por supuesto, hay cabida para todas las posiciones teóricas, empíricas, intuitivas y personales, por tanto, después de ver Ciudad de Dios, con base en estas reflexiones, nos queda preguntar: ¿En qué posición se encuentra respecto a las ideas enunciadas?, ¿considera más adecuados las instituciones formales a las informales en aras de imprimir cambios en sociedades como la que presenta la película?, ¿está de acuerdo con Smith, con Ramsey, con Ricardo, Malthus, o prefiere el Estado del Bienestar?, ¿desea añadir alguna visión complementaria?
Estos no son interrogantes menores en nuestras sociedades latinoamericanas en las que la pobreza es persistente hace que se requieran debates, consensos y acciones públicas factibles y duraderas para materializar incentivos e instituciones adecuadas, además de requerir del diseño de mecanismos que financien de manera eficaz y sostenible su implantación y seguimiento. Todo esto en pro de que las ciudades del hombre latinoamericano tengan más bienestar, solidaridad, paz, tranquilidad y respeto por la vida que la “Cidade de Deus”.
Para ver la película completa, da click en el siguiente enlace:
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